Esta historia es como la de aquel equipo que va ganando por goleada y entonces empieza a regular, a jugar de compromiso. Hasta que a fuerza de goles en contra ve cómo, de golpe, el partido se le empieza escapar de las manos.
Algo así están viviendo por estos días en los edificios de Redmond, donde Microsoft tiene sus cuarteles centrales. ¿Quién podía dudar hace unos años que el navegador Internet Explorer podía ser vulnerado? Llegó a tener cerca del 95 por ciento del mercado y entonces sólo se hablaba sobre si la inclusión obligatoria dentro del sistema Windows era o no una acción monopólica.
Pero en los últimos años vieron la luz el Firefox y luego el Chrome (de Google), que ayer presentó su versión 10 que es un 66% más rápida según esa empresa. Los dos emprendimientos supieron interpretar las necesidades de la nueva Web 2.0: navegadores muchos más "livianos" (rápidos) y versátiles. Los internautas los usan cada vez más y ahora el Internet Explorer apenas araña el 60 por ciento del mercado, según distintas estimaciones.
Y lo peor es que el futuro solo depara más caída para Microsoft. A menos que haga algo, que revierta fuerte esta tendencia.
Ese algo que Microsoft viene preparando hace casi un año (cuando lanzó su primera versión de prueba, beta) se llama Internet Explorer 9. Esta versión sale a contraatacar en el terreno donde venía perdiendo. Según la gente de Microsoft, es mucho más rápido que las versiones anteriores y traen unas cuantas novedades que agradarán al internauta moderno. Estas son algunas:
Velocidad. El nuevo Internet Explorer se abre y navega mucho más rápido que versiones anteriores. Sin embargo, sigue por detrás del Firefox y de Chrome, según distintas pruebas realizadas con la versión beta.
Diseño. Cambia notablemente y se hace mucho más minimalista. La barra de herramientas y las pestañas vendrán mucho más compactadas, al estilo de Chrome. El cuadro de direcciones se convierte en buscador de sitios web como en el navegador de Google.
Sitios como aplicaciones. Otra novedad para el Internet Explorer. El usuario puede tomar un sitio y arrastrarlo a la barra de tareas de Windows y entonces se convertirá en una "aplicación" que se puede abrir en cualquier momento, inclusive habiendo cerrado el navegador. La idea replica, de algún modo, la forma de manejar los programas que inauguró Apple con el iPad. Chrome y Firefox ya tienen una función similar.
Grupo de pestañas. Es cada vez más común abrir una y otra pestaña en la Web, cada vez que uno está haciendo una búsqueda específica. Así se navegador se llena de pestañas abiertas, una al lado de otra. El IE9 agrupa en un único ícono todas las que estén identificadas con un determinado sitio.
Multimedia más rápida. Según Microsoft, el nuevo IE aprovecha la aceleración gráfica de las computadoras para mostrar el contenido multimedia (videos, animación, etc.) a mayor velocidad y sin necesidad de instalar ningún programa adicional, como podría ser Flash.
Administrador de descargas. Increíble que hasta el momento Microsoft no haya incluido algún sistema que facilite el manejo del contenido bajado desde la Web. Los rivales lo tienen hace mucho, y ahora el IE9 lo incorpora.
Seguridad reforzada. Microsoft asegura que el navegador trae nuevas herramientas de seguridad que protege al usuario de distintos ataques. Principalmente, del phishing.
El software funcionará sólo en los sistemas operativos Windows 7 o Vista. El lunes será la presentación en Austin, Texas. Comenzará un nuevo tiempo para esta larga guerra de navegadores, donde ahora es Microsoft quien, aún ganando, está en la obligación de salir a buscar el partido.
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